(Valencia, 29 de Octubre. Resteado en la Noticia).-“Aspiro pasar la Navidad con mi hijo, en libertad”
“Cómo nos han vejado en Ramo Verde” “Ni mi nieto se ha salvado de los atropellos" “Y a mí me desnudan antes de la visita”
Oliver Parra M.
Lo anterior son confesiones de Antonieta Mendoza de López, quien hoy por medidas judiciales está separada de su hijo y de su esposo. ¿Y cuál es la situación de Leopoldo para hoy?
-¿Qué está pasando con Leopoldo en este momento?
-Leopoldo en estos casi mil días de cautiverio es impresionante como está de bien. Leopoldo cada día está más fuerte de espíritu, cada día está más claro intelectualmente, cada día está más claro pensando sobre los problemas de los venezolanos, estos problemas que tú mismo acabas de describir que es lo que nos llena de preocupación a todos los venezolanos. Porque aparte de lo que estamos hablando de la infraestructura, de la basura, de la suciedad, estamos hablando de una crisis humanitaria, la crisis de la escasez, la crisis de la escasez de alimentos, de medicinas, de la inflación. Todo eso le preocupa a Leopoldo. Es impresionante la claridad que tiene. Él dice -y esto se ha cumplido- “cuerpo sano, mente sana”. En este período Leopoldo se ha acercado muchísimo a Dios. Él es un gran devoto de José Gregorio. Y quiero contar una anécdota: mi abuelo materno, canadiense, fue quien recogió a José Gregorio Hernández en el tranvía cuando lo atropellaron. Y Leopoldo lee el Pan de la Palabra todos los días, todas las mañanas lee la Biblia, es uno de los pocos libros que le dejan. Y él me decía que esta conversación con Dios, o sea él siempre ha sido un católico practicante, pero en este caso ya él habla con Dios, el conversa con Dios y me decía que si no hubiera sido por esa cercanía con Dios, él no hubiera podido aguantar los 30 días de la huelga de hambre. Y quiero recordar que gracias a este sacrificio de Leopoldo, de Daniel Ceballos y de 100 jóvenes venezolanos, se dieron la fecha de las elecciones, como tú bien recuerdas, que el CNE estaba atrasado para la fecha de las elecciones de la Asamblea Parlamentaria y cuando Leopoldo cumplió 30 días, al día siguiente dieron la fecha de las elecciones.
-¿Ustedes se sienten apoyados por la oposición, en la Mesa de la Unidad Democrática toda?
-Sí, definitivamente. Yo me siento apoyada, la familia se siente apoyada por la Unidad y por ejemplo, a mí me da una gran confianza, una gran tranquilidad cuando un Henry Ramos cada vez que inicia sus palabras en estas asambleas, en estas giras, siempre habla y abre con los presos políticos. Dice que este régimen no puede tener presos políticos.
-¿Qué significa Preso de Conciencia?
-Preso de Conciencia es aquel que está preso por sus ideas, por sus creencias, pero que nunca, nunca ha incurrido en un acto de violencia.
-¿Cuándo tú hablas con Leopoldo él siente que no cometió un delito para estar preso?
-Definitivamente. Él siente que está -y lo sentimos todos- preso injustamente.
-¿De cuánto tiempo dispone legalmente el Tribunal Supremo para una sentencia? ¿O es infinita?
-No, eso tiene unos lapsos. Eso es un conteo que se lleva por días hábiles. El recurso yo me imagino que es alrededor de un mes, mes y medio, desde el momento que se introduce.
¿Cuándo pueden dar una decisión? ¿Diciembre, enero o antes?
-Mira, yo creo que ellos pueden jugar con los lapsos. El año pasado recuerdo, por ejemplo, que la Corte de Apelaciones se pronunció 7 meses después. El recurso se introdujo en octubre del año pasado y la Corte de Apelaciones recién se reunió. O sea, que ellos dejaron el caso congelado por un tiempo equis. Eso podría pasar en el Tribunal Supremo también. Existen unos lapsos, pero ellos pueden no abrir el Tribunal, o sea, una serie de cosas para manejar los lapsos como ellos consideren.
-Hablando de potestad que no tienen los funcionarios para hacer lo que hacen… según, ustedes, han denunciado que reciben malos tratos cuando van a la visita y que incluso, las vejan –según denunció la señora Lilian Tintori— ¿es cierto eso?
-Es cierto.
-¿Por qué? Yo vi una declaración de un vocero del Estado diciendo que eso no ocurría y que los militares no hacen ese tipo de requisas.
-Bueno, yo te lo puedo decir, porque yo he sido víctima de esas agresiones.
-¿Ustedes no pueden entrar con carteras, ni con nada?
-Con nada. Uno entra así. Incluso mi cadena con mi virgen me la quito y entramos y nos desnudan completas. O sea, eso es así y te lo puedo decir, que lo he vivido yo muchas veces, más de una vez.
FUENTE: El Quinto Dia.
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