Aunque parece fácil decirlo, ha sido complejo que los factores de la oposición venezolana puedan establecer una estrategia conjunta para enfrentar al Gobierno nacional
“El reto que tiene la dirigencia opositora de cara a las elecciones de alcaldes y gobernadores el próximo 21 de noviembre es llegar unidos estableciendo una ruta electoral y estratégica de manera conjunta, de lo contrario la anhelada salida del Gobierno será cada vez más distante “, así lo afirma Oswaldo Muñoz reconocido periodista nacional e internacional.
Según el editor, mientras sigan apareciendo posiciones extremistas de no participar en las elecciones, de descalificar a todo aquél que se sume a la causa de la oposición por el hecho de venir de las filas oficialistas, de mantener conflictos internos que algunas veces son simples divergencias, el resultado siempre será afectar el sentido unitario indispensable para enfrentar a un Gobierno que tiene “quiérase o no admitir” el control absoluto del país aunque el mayoritario rechazo de la población.
“Un proceso político tan complejo como el que vive Venezuela requiere entender que todos somos necesarios desde el frente opositor. Que pensar en una salida aniquilando al chavismo-madurismo no pasa de ser un deseo alejado de la realidad. El ejemplo de Chile está allí aún latente. Augusto Pinochet, después de una dictadura sanguinaria y atroz que asesinó a miles de chilenos e hizo salir a otros tantos al exterior, salió del Gobieno al perder el plebiscito y sin embargo quedó al frente de las Fuerzas Armadas e incluso apenas recientemente se eligió una Asamblea Nacional Constituyente para modificar la Constitución hecha por Pinochet”, agregó Muñoz.
Además asegura que “estamos frente a una hecho inédito en la historia política venezolana, con un Gobierno al cual una parte del mundo democrático lo considera ilegítimo como Estados Unidos y la mayor parte de la Unión Europea a la cabeza y otras potencias como China y Rusia le otorgan legitimidad, mientras que en América Latina existen naciones como México, Bolivia, Argentina y más recientemente Perú que prefieren abstenerse de cualquier calificación recurriendo a la no injerencia en asuntos internos. Bajo ese escenario, es una quimera pensar que la oposición pueda lograr la salida de Gobierno sin estar sólidamente unidos, con objetivos comunes, apartando las aspiraciones personalistas y dando cabida a quienes conscientes del daño que se le ha hecho al país han decidido abandonar la militancia oficialista”, enfatizó Muñoz.
El 21 de noviembre es una oportunidad que se debe aprovechar retomando la ruta electoral, “que no hay ninguna duda, es la única opción posible para ir construyendo las bases para lograr el cambio político en nuestro país”.
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