(Valencia, 24 de julio. Resteado en la Noticia).-Kabul
vivió este domingo una jornada de duelo enterrando a los muertos del peor
atentado en 15 años, un ataque reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI),
que golpeó en la víspera una marcha de la minoría chií hazara y dejó 80
muertos.
Numerosas personas pasaron la noche en vela, en medio de charcos
de sangre, en la plaza DehMazang, rebautizada "plaza de los Mártires"
por el presidente afgano, Ashraf Ghani, en homenaje a las víctimas del doble
atentado suicida, que dejó también más de 230 heridos.
Familiares de supervivientes se agolpaban frente al hospital
Istiqlal, el más cercano al lugar de la matanza, en espera de noticias sobre
sus allegados.
En la mezquita Mazari, en la misma zona, las autoridades
extendieron una inmensa bandera afgana llevada por los manifestantes, sobre la
que colocaron pertenencias de los fallecidos: zapatos, ropa, chales
ensangrentados, frente a los cuales las personas estallaban en llanto y
expresaban su desesperación.
"Las filas de hombres y mujeres afganas que se ofrecen
para donar sangre para sus compatriotas heridos es un signo conmovedor de la
resistencia y la solidaridad del pueblo afgano frente a esta violencia
espantosa", dijo la ONU.
El organismo calificó la matanza como "un crimen de
guerra", mientras que el Casa Blanca condenó el ataque como un atentado
cruel, "todavía más despreciable aún por el hecho de que golpeó una
manifestación pacífica".
Los manifestantes reclamaban que una línea de alta tensión
en construcción abasteciese de electricidad a la provincia de Bamiyán (centro),
la más atrasada económicamente del país, donde vive gran parte de la comunidad
hazara.
Se trata de la peor masacre cometida en Kabul desde la
intervención estadounidense de 2001, que expulsó del poder a los talibanes, y
del atentado de mayor envergadura llevado a cabo por el EI en esta ciudad de 5
millones de habitantes.
Muchos afganos cuestionaban el domingo la falta de previsión
en materia de seguridad tanto de los organizadores de la marcha como de las
fuerzas afganas.
"Las fuerzas del orden fueron negligentes. Exigimos una
verdadera investigación y que se juzgue a quienes hayan tenido fallas",
afirma un pasante, Subhan Ali.
El presidente Ghani ordenó crear una comisión para llevar a
cabo una "investigación exhaustiva" y prometió "vengar a las
víctimas" y castigar a todos los implicados en el atentado,
"dondequiera que se encuentren".
El Gobierno prohibió concentraciones y desfiles durante diez
días.
FUENTE: AFP
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