(Valencia, 24 de agosto. Resteado en la Noticia).-En la consulta de Tisiología estaba Lenis Gamarra, quien le
solicitó a la enfermera que le cambiara la cita de sus ocho hijos porque no
tenía dinero para pagar los pasajes hasta el centro de salud. Los niños debían
asistir para iniciar el estudio de contacto, pues su familiar es una paciente
con tuberculosis y el riesgo de contagio en el núcleo familiar es alto.
Su delgadez se aprecia a través de la ropa y es que su mala
alimentación no agiliza la mejora. “Cuando como mucho, hago dos comidas al día
y cuando hacemos una, nos aguantamos el hambre”, comentó Gamarra tras el
tapaboca.
Su esposo no tiene un trabajo estable y hace maromas para
llevar el sustento a la casa. La dama no puede trabajar ni hacer colas para
comprar productos regulados por su estado de salud. Su única alternativa es
pagarlos con sobreprecio en los abastos. Lenis Gamarra es oriunda de Colombia y
no cuenta con más familia en Maracaibo.
“Es demasiada la cantidad de enfermos de tuberculosis, por
eso hacemos hincapié en el estudio de contacto. Nos preocupa que hay muchos
niños contagiados”, lamentó Sol González, enfermera dedicada a pacientes con la
enfermedad.
En el Zulia hay alrededor de cuatro millones de habitantes y
el máximo de casos regionales registrados en la última década es de 900, según
las estadísticas del programa de salud respiratoria. Pero Leopoldo Márquez,
neumonólogo del Hospital General del Sur, considera que hay más afectados sin
diagnóstico y que la cifra real podría sobrepasar el registro.
FUENTE: Lapatilla.com
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