(Valencia, 05 de Octubre. Resteado en la Noticia).-Todo el mundo sabe que soy más patriota que el himno nacional, y apoyo a cada artista nuevo sobre todo si es de mi país. Sin embargo, soy un amante ávido, lustrado y entendido de la Cultura Pop, y así como me atrevo a decir que los gringos tienen las mejores series del mundo, probablemente ahora estén perdiendo el ostentoso cetro de tener la mejor música del mundo.
En este post hablaré largo y tendido sobre una corriente, costumbre o error que los americanos, e incluso los británicos han dejado ir demasiado lejos últimamente, para llevar la música de sus tierras a niveles superiores, absurdos y muchas veces estúpidos, y no es que los odie, porque siempre he dicho que debí nacer en Time Square, pero definitivamente hay demasiados fallos en el pop de habla americana que con el tiempo han engalanado la inmensa bola de nieve en la que se ha convertido aquello que tienen para mostrar al mundo...
He aquí una destrucción masiva, pero no errada, de lo que ellos han venido haciendo:
Érase una vez una tal Miley Cyrus que se convirtió en Hanna Montana (muy a costa de su voluntad) y terminó regresando al pasado para tratar de afianzarse como una chica PopRock, que seamos honestos, a pocos les gusto... Es que esa temporada de Ashlee Simpson, Avril Lavigne y Hilary Duff, ya habia pasado hacía rato. Entonces no le quedó más remedio que convertirse en Dark Miley; sí, esa misma depredadora de Weed, alcohol y pastillas que todo el mundo ovaciona después de sacar un dedo de hule y pasárselo por la vagina. Ella fue la causante del declive...
Dark Miley Cyrus apareció en un momento en el que Lady Gaga y Kesha estaban desaparecidas, con una Katy Perry apenas subiendo y una Britney Spears más olvidada que pegajosa. Esto trajo como consecuencia que su única barrera entre ella y las superventas; Selena Gomez, terminara como siempre, de segundona. Entonces los espectáculos, las canciones, los sonidos, la ropa, las voces y hasta los estilos, musicalmente hablando, pasaron a dar un giro de 180 grados, y el concepto más peligroso que esta pionera del "desastre" pudo haber cambiado hubo de ser "El Mensaje" de la Cultura Popular.
A partir de aquí, todo lo que no estuvo a la vanguardia, como ha sido siempre, dacayó enormemente. Lo que fue diferente (Lady Gaga o Katy Perry), terminó por ser comercialmente señalado, y todo lo que no se renovó (Britney Spears, Christina Aguilera, Madonna), se olvidó. Y se nos presenta como fanáticos una guerra tipo Game Of Thrones que muchos jóvenes apenas han sabido digerir y que ciégamente ha cambiado la sociedad a pesar de sus multimillonarias ventas a nivel mundial.
Mientras Selena Gomez compite inutilmente contra Cyrus con canciones de niña buena, trata de incursionar en lo sensual con Come And Get It, sin conseguir éxito, ya que esos estilos de Toxic o Dirrty solo sirvieron a una generación. Por otro lado, la ola de Pop escandaloso inicia con el declive de Justin Bieber y su transformación en niño malo, y que porque habia empezado a madurar... No lo creo. Él y Selena se mataban como ratas mientras Miley siguía vendiendo con Bangerz en todo el mundo.
Britney trata de volver con Femme Fatale, pero adivinen; no se renovó, siguió doblando y para colmos dejó de bailar. La misma caída tuvo Christina Aguilera con Bionic aplastado por una Gaga "monstruosa", y un Lotus invisible a nivel comercial, cabe destacar que tambien se engordó, aunque ya teníamos una Cerda Peggy en la manada (Adele).
En otra línea de tiempo, Madonna intentó volver del pasado para reclamar la corona por la que todas las cantantes peleaban contra la usurpadora Cyrus, pero el mercado la dejó sola, con Lady Gaga en banca cantando con Tony Bennett y Artpop con las canciones más terribles de su carrera. Se vio también a Kesha jugueteando y posteriormente desapareciendo al lado de Pitbull, quien seguía apoyando a la única artista que pudo haber dado la pelea de haber sido acogida por los americanos; Jennifer Lopez, de quien se conoce la tripleta On The Floor, Dance Again y Give it Up.
Por allí mismo vimos un conato de Invasión Inglesa que en el camino también se echó a perder, con One Direction entonando canciones más por compromiso que porque fueran pegajosas, Jessie J yendo y viniendo con sus temas raros y Adele dominando y desapareciendo tan rápido como sus canciones.
La australiana rapera Iggy Azalea amenazó el territorio que Nicki Minaj hubo defendido de la Cyrus durante los períodos de guerra. Y Taylor Swift hizo su gran aparición con 1989 después de un susto con Red, con el cual presumimos que haría la misma estupidez que Justin, Miley o los OD.
FUENTE: El Show de Will Juliam
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