¿CÓMO CUIDAR NUESTRO HÍGADO?
Reconocer que nuestro organismo es el bote de las toxinas que ingerimos a diario, también es de caballeros reconocer que existe en nosotros “El filtro mago del ser humano”, capaz de controlar y expulsar todos esos deshechos siempre que su mantenimiento sea constante.
El hígado es un órgano presente en los seres vertebrados; en el género humano, juega un papel súper importante, ya que inicialmente es el encargado de segregar la bilis; esencial para la digestión de las grasas, así como el almacenamiento de vitaminas y glucógeno; y lo más relevante, la desintoxicación entre otras funciones. En vista de esto podríamos decir que no tener hígado sería toda una contrariedad.
Entre las enfermedades con mayor frecuencia en las personas que sufren del hígado tenemos la cirrosis, la hepatitis y el archienemigo de todos el “hígado graso”.
La cirrosis es un padecimiento que destroza de forma lenta el hígado y afecta su funcionamiento adecuado debido a una lesión crónica, que lo degenera y provoca cicatrices e insuficiencia hepática.
Por su parte; la hepatitis, se trata de un virus que provoca la inflamación del hígado, causando protuberancias cuando los tejidos del cuerpo se dañan o sufren una infección. Por lo tanto, es probable que los órganos empiecen a funcionar de manera incorrecta.
¿Y quien no ha oído hablar del “hígado graso”? Pues bien, se trata de una afección en la que se acumula grasa en el hígado. Existen dos tipos: hígado graso no alcohólico e hígado graso por alcohol; también llamada esteatosis hepática alcohólica.
Consejos para el hígado
- No bebas alcohol en exceso. Beber demasiado alcohol es uno de los hábitos más nocivos para nuestro hígado, conduciendo a diversas enfermedades. Por eso es recomendable la ingesta moderada de bebidas alcohólicas para mantener la salud de este órgano.
- Evita la chatarra en el día a día. Sin duda, las hamburguesas con patatas fritas, comida rápida y chatarra en general son una delicia, más cuando el tiempo apremia. La recomendación sería; cuanto más coherente seas a la hora de alimentarte, mejor estará tu salud en todo sentido, incluso a nivel hepático.
- Ten cuidado con el azúcar y la sal. Tanto la sal como el azúcar en cantidades desmedidas son perjudiciales para la salud, como indican numerosos estudios. .
- Come con calma y mastica bien. El hígado interviene en el proceso de digestión. Por ende, una buena manera de fortalecerlo es manteniendo buenos hábitos alimenticios en todo sentido, incluso en lo que respecta a comer con calma y masticar bien todos los alimentos.
- Consume más fuentes de proteínas vegetales.
- Evita el estreñimiento. Es importante no acumular toxinas y dañar tu hígado. Para ello intenta beber bastante agua, consumir frutas frescas, yogures de soja, jugos de pera, mango o piña.
- Bebe mucha agua todos los días. Es recomendable beber de dos a tres litros de agua al día, esto ayuda a limpiar el hígado y los riñones. Siempre es recomendable beberlos en pequeños sorbos, de ese modo estaremos siempre hidratados.
Quienes investigan el desarrollo y contexto de la vida humana, nos indican que la clave de la supervivencia está en la mejora de las condiciones y que podamos adoptar principios que permitan relaciones beneficiosas en nuestro entorno y sobre todo con el mantenimiento de la salud, que posiblemente, sea el principio de todo. Somos dueños de nuestro templo y; quienes en responsabilidad, debemos ocuparnos en su beneficio y desarrollo integral.
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