(Especial) 4 de marzo.- La principal industria del país, PDVSA marcha rumbo a un proceso de recuperación por tal motivo la experta en las áreas de exploración y planes de explotación de yacimientos de hidrocarburos, con vastos conocimientos en la perforación de pozos nuevos, ingeniero de petróleo; Jennifer Senior Paz señaló cómo están desarrollados los procesos para que Venezuela, pueda continuar su ruta petrolera.
Para la profesional que se mantuvo por 16 años en Petróleos de Venezuela, la perforación sigue su curso, aunque la producción de los campos es baja, "estamos hablando del 20% de su producción en comparación con lo que se generaba en el 2014" comenta la especialista en liderar yacimientos sometidos a procesos de recuperación primaria.
Al consultarla sobre los estudios previos que se realizan en un yacimiento para determinar su factibilidad técnica que pudiera ser exitosa, destacando la profundidad, las correlaciones geológicas y estratigráficas de los pozos vecinos que estén a 300, 600 y 900 metros de distancia de la localización a perforar, así como la producción de petróleo, gas y agua. Igualmente, el tipo de cañoneo y los problemas operacionales que hayan presentado al momento de perforación, una vez determinada todas estas variables se procede a ubicar a las instalaciones de producción disponibles en la zona, tales como las estaciones de flujo, líneas de crudo y gas. El trabajo final para explotar un pozo de petróleo culmina con el método de levantamiento artificial que pudiera ser bombeo mecánico, electro-sumergible, gas lift o bombeo de cavidad progresiva.
Por supuesto que la experta en Petróleo se refirió al tiempo de perforación de un pozo, el cual puede variar entre 45 y 120 días, tomando en cuenta los problemas operacionales, la profundidad total del yacimiento.
El proceso de completar un pozo en un yacimiento tiene su desenlace final una vez que se hacen las conexiones a la estación de flujo y posteriormente a la planta de compresión de gas; luego de culminado todo ese proceso, se conforma un equipo de trabajo que incluye a un conglomerado de ingenieros con la finalidad de darle el arranque inicial del pozo y su completación oficial ante el Ministerio de Petróleo.
Cuando se perfora un pozo se estima que su vida útil sea de 20 años y su producción inicial dependerá del yacimiento (80 a 1000 barriles netos por día) en donde sea completado, así como la declinación del mismo y de los trabajos de rehabilitación y menores a que sea sometido el pozo.
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